jueves, 25 de junio de 2015

dolor parte 1 - El relato egoísta de una amiga que se ha quedado "sola"

Te quiero llamar, quiero escucharte reír, contarte todas mis huevadas y que te rías conmigo planeando un fin de semana de cocinar y comer cosas dulces. Quiero que me abraces cuando tengo el corazón en la boca y que me digas que todo va a estar bien; que he sobrevivido al 4 de mayo y que cada vez lo hago mejor.

Quiero que me hables. Fue tan duro verte ahí, la impresión del momento detuvo mis lágrimas, fue tan duro verte ahí y no poder hacer nada para que puedas mirarme otra vez. Fue tan duro, como ese 28 de junio que me acompañaste hasta mi casa y me hablabas solo con los ojos. Muy duro.

Quiero que me esperes en el paradero, que me preguntes por mi mamá, por mi papá, por mi hermano y mis perros. Quiero que te rías, quiero que cocines conmigo, que preparemos cosas mientras cantamos canciones del recuerdo que a nadie más le gustan.

Quiero que toques el timbre, que me silbes, que me saques a bailar, que me invites una chela, que te robes mi trago. Quiero tu abrigo, no he tenido un minuto entero para sufrir porque no estás, porque nunca más vas a estar.


Las posibilidades de que nos volvamos a ver son inciertas, estuve tratando de buscar donde no hay, quiero decirte que estoy orgullosa de ti, que eres uno de los mejores amigos que cualquiera pueda tener. Que fuimos un montón los que te despedimos, que hubiera querido saltar y sacarte de ahí, que nunca más será lo mismo, que te llevaré conmigo a todos los conciertos/festivales que vaya y treparemos juntos cada montaña que me proponga llegar.  

Quiero que sepas que tu risa me persigue, me acompaña mientras camino, quiero que te levantes, que me esperes si no tienes nada que hacer,  quiero que me veas creciendo, quiero que brindes conmigo por cada logro, quiero que te escondas.

He perdido varios amigos pero hasta el momento eres el único que se ha llevado un pedazo de mí, para siempre. Te recuerdo cada día, te quiero sano, imagino que te cuento mis cosas y me das valor para tomar el control cuando me lo quitan. ¿CONTROL?

Quiero que aparezcas ¡PEDRO DE MIERDA!
Share:

domingo, 21 de junio de 2015

¿La música droga?

Ahora que suena So In Love – OMD, creo que sí, cada canción es un viaje con múltiples posibilidades, recuerdos, alucinaciones, deseos, planes y más. A veces tengo pereza hablar, entonces, la música entretiene a quien me acompaña, a veces no quiero decir nada más e imaginar que seguimos hablando, en efecto si la compañía es buena, seguimos hablando.

Otras veces, alguien llega, pasa, escucha música, me ve bailar y baila conmigo, ese es el ¡Hola! ¿Qué tal? ¿Cómo has estado? La conexión de la música, el movimiento y lo que cada quién pueda sentir.
A veces pasa solo en mi mente. Y bueno, si lo veo yo, existe.

Es lo mismo en los conciertos, no hablo, voy delante y al medio de todo, a donde hay otros iguales a mí que bailan, cantan, disfrutan del confort de estar ahí, apretado pero contento.

¿Y los músicos? Tan capos y polifacéticos, es un lujo estar a lado de alguno en pleno proceso de composición.

¿Cómo cualquier cosa es música?
¡Es un misterio!
Es tentador, el sonido siempre es tentador.

También es tentador eso que no te deja hacer ruido, siempre quieres hacer tu voluntad y no siempre vas a poder.

¿Y qué es el baile?
¿La expresión materializada de la música?
¡No lo sé!
Muchas veces bailo en la mente también, la imaginación siempre es infinita y llega primero que todos.


Ya me dio pereza escribir, música para todos.


Share: